miércoles, 23 de marzo de 2011

Capítulo 28

Estaba durmiendo cuando los simpáticos y agradables (nótese la ironía en este momento) de Doug y Alex vinieron a despertarme aplastándome contra el colchón de la cama de Danny. Los eché de la cama y seguí durmiendo un rato más, hasta que me levanté y noté que había silencio en la casa, quizás demasiado silencio. Bajé hasta la cocina y allí no había nadie, solo los indicios de dos tazas de café en la pila. Vi la nota de Tom y Sam y me alegré: un día tranquilo alejados de todo y de todos donde poder disfrutar de la compañía… suspiré y Harry, que acababa de levantarse, apareció por la puerta del comedor desperezándose y bostezando.
  • Buenos días a ti también-contesté a su bostezo riéndome-¿te preparo el desayuno? ¿Leche o café?-señaló como pudo la cafetera y comencé a prepararle el café junto con mi café con leche- ¿y bien? ¿has dormido bien hoy?-dije tendiéndole el café calentito y sentándonos en el sofá.
  • Sí, he dormido genial, un poco cansado, pero bien, ¿y tú qué? ¿Noche movidita con Danny, he visto su cama deshecha, pero él no está aquí no?-comencé a reírme.
  • Más quisieras tú, Danny está en casa con Georgia, yo duermo en su cama ya permanentemente y realmente es mucho más cómoda que las supletorias de mi antiguo cuarto, cómo se nota que no nos queréis mucho tiempo por aquí, que nos habéis puesto las peores camas para que nos vayamos antes eh-contesté haciéndome la ofendida, pero al ver su cara de culpabilidad comencé a reírme de nuevo-si es que es tan fácil gastarte una broma, ¡te lo crees todo Harry!-se abalanzó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas.
Después de un rato intentando quitármelo de encima lo conseguí y me fui arriba encerrándome en el cuarto de Danny hasta que escuché el ruido de la puerta de abajo cerrarse, igual era Danny que acababa de llegar, igual Harry que se había ido, igualmente, me quedé un rato en la habitación arreglándola un poco y arreglándome yo, aunque fuese cambiar el pijama por un chándal cómodo y peinándome el pelo, que entre la guerra de cosquillas y dormir, mi pelo en vez de parecer largo y sedoso, era como si cada pelo tuviese vida propia y se fuese para el sitio contrario al que debería, un caos.

Bajé y por el camino me encontré con Harry, alzando las manos y como diciendo “haya paz”, sonreí y llegamos abajo encontrándonos con Doug y Alex viendo una peli, les pregunté por Danny y en ese momento llamaron al timbre, casualidad que fue él, preciosa casualidad. Le saludé con un beso y nos pusimos los 5 a ver la película. No supe ni el título, estaba demasiado pendiente de Danny, ¿cómo podía ser que sin haber pasado más de 8 horas sin verlo ya lo echara de menos? Supimos que la película había acabado porque escuchamos a Harry intentando evitar que las lágrimas le cayeran por su cara, debía haber sido una película emotiva y bonita, ya la volveríamos a ver cualquier otro día. Le acerqué una caja de pañuelos y nos quedamos callados durante un rato. Pasamos el día entre risas y más risas, viendo cómo los chicos intentaban cocinar y no les salía nada.
Ya por la noche aparecieron Sam y Tom diciendo que se habían ido a pasar el día solos, como decía la nota. Todos sonreímos y nos levantamos para ver qué haríamos para cenar. Los chicos se volvieron a ofrecer a hacer de Arguiñano, pero visto el desastre de medio día preferimos pedir pizzas, sería menos arriesgado.
Durante la cena comentaron que al día siguiente irían a una cadena de televisión a que les hiciesen una entrevista, que fuésemos con ellos. Asentimos y Harry nos confirmó que Izzy también vendría.
A la hora de irnos a dormir Danny se despidió de todos, ya que se tenía que ir a su casa nueva, al venir a despedirse de mí me cogió de la mano y sonrió diciéndome “hasta mañana princesa”, me dio un beso en los labios y fue a marcharse pero le retuve acercándolo a mí
  • ¿no puedes quedarte hoy? –no necesité decir nada más, cogió el móvil y llamó a Georgia diciéndole que esa noche tenía la casa para ella sola, sonreí y volvimos al comedor para la sorpresa de todos los presentes.
Nos quedamos un rato más hablando, hasta que se hizo una hora en la que ninguno de nosotros se podía tener en pie y, además, teníamos que madrugar al día siguiente para la entrevista de los chicos, así que cada uno se fue a su habitación correspondiente. Danny y yo fuimos a la suya y, después de ponernos el pijama, y reírme por el estampado del suyo, nos acostamos hasta el día siguiente.
Me desperté con su brazo alrededor de mi cintura y sonreí, me giré sin hacer ningún movimiento brusco para no despertarle y comencé a darme cuenta de la multitud de pecas que tenía por todo el cuerpo. Comencé a contarlas una a una, empezando por el brazo que me rodeaba, tocando cada una con mi dedo índice hasta que unos labios en mi mejilla me hicieron cambiar de vista, de su brazo a sus ojos.
  • ¿desde cuándo llevas despierto?-sonreí devolviéndole el beso
  • ¿desde cuándo cuentas mis pecas?-contestó acercándome a él
  • Es que no sabía que tenías tantas y me he propuesto empezar a contarlas-así que seguí con mi principal tarea aquella mañana hasta que su voz me volvió a parar
  • ¿de verdad mis pecas son más interesantes que yo? Ven aquí cuentapecas-me cogió de la cintura y comenzamos a rodar por la cama hasta que se puso encima de mí y comenzó a hacerme cosquillas. Nos pararon Tom y Sam, que ya estaban vestidos y arreglados para irse, ¡y nosotros aún en pijama! Nos empezamos a reír por la situación y acordamos una tregua de cosquillas hasta más tarde al menos, que sino llegaríamos muy tarde.
Ya en el plató de la entrevista, mientras les retocaban el maquillaje, las cuatro (Izzy ya había llegado) nos reíamos de ellos y nos burlábamos diciendo que tenían más maquillaje que nosotras, que normal que fuesen tantas chicas detrás de ellos, si llevaban capas y capas y no se les veía ninguna imperfección. Ellos simplemente nos sacaban la lengua cuando podían, pobrecitos.
Comenzó la entrevista y, visto que hablaban sobretodo del último álbum, nos pusimos a hablar entre nosotras, preguntándole sobretodo cosas a Izzy, ya que era la que menos conocíamos pero poco a poco se hizo a nosotras y ya era como una más. Me giré en el instante en que escuché que les preguntaban sobre las canciones antiguas que les gustaría tocar, se miraron entre ellos y sonrieron contestando a la vez: The heart never lies. Nos miramos entre nosotras y sonreímos de la misma forma, se nos notaba a todas que estábamos enamoradas, igual unas más, otras menos, eran diferentes formas de querer, pero al fin y al cabo, les queríamos. La siguiente pregunta fue una parecida a la que les hice yo en aquella entrevista que, por cierto, ya había salido en antena, “Estáis preparando un nuevo disco, un disco recopilatorio, ¿no es así? ¿Para cuándo la gira de éste?”, la respuesta tardó en llegar y fue de boca de Harry “Bueno, sí, estamos preparando un disco recopilatorio, pero aún no tenemos la totalidad de las canciones, aunque tenemos a alguien que nos ayudará, pero la gira tendrá que esperar, acabamos de sacar Above The Noise como quien dice, y primero será esa gira y luego la del recopilatorio, aún tenemos que ponernos con ello, ahora estamos focalizados en hacer la lista de canciones de la gira y del recopilatorio, y después volcarnos con la gira. Ya más tarde volveremos al recopilatorio, pero cuanto antes tengamos las canciones, mejor”, y vino la pregunta que ninguna queríamos escuchar “Entonces, ¿cuándo comienza esa gira, la de Above The Noise?”, ahí contestó Tom, esperando que dijese meses y más meses, pero no “En mes y medio comenzamos el tour por UK”. ¡Mes y medio! No podía ser tan poco tiempo. Bueno, para mí, incluso años me parecerían poco, pero era cierto que tendrían que empezar en algún momento. Bueno, nos quedaba mes y medio al menos, algo era algo. En ese momento, el móvil de Sam comenzó a vibrar, miró el número y nombre de la llamada entrante y, por la cara que puso, no debía ser nada bueno.

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